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LOS COMPORTAMIENTOS AJENOS

A veces los seres humanos juzgamos demasiado a la ligera las acciones que los demás realizan, nos es muy fácil criticar y poner en tela de juicio lo que otra persona está realizando, sin pensar demasiado que esa persona casi con seguridad está actuando desde un punto de vista que no tiene nada que ver con el nuestro.

Debemos pensar que aún viniendo del mismo núcleo no hay dos que seamos iguales.

Tenemos que aprender a pensar desde el amor, la comprensión y la tolerancia y antes de emitir un juicio tratar de ponernos en el pellejo de la otra persona, con todas las consecuencias y así seguro que podremos entender mejor a nuestros semejantes.

Cuando la rabia y la impotencia intenta apoderarse de nosotros, tomemos conciencia antes de hablar y pensar que también ese ser es mi hermano y parte de la misma parte, y eso nos ayudará a ser más comprensivo y tolerante con los demás.

Hay que tener siempre muy presente que todas las circunstancias que pasan por nuestra vida deben ser motivo de análisis y atención, pues quizás, yo también tenga mucho que aprender de lo que pasa en ese momento.

Por eso el comportamiento no debe ir en concordancia con lo que vemos, sino que debería ser en concordancia con lo que decimos y hacemos, y antes de juzgar a los demás júzgate a ti mismo.

“No camines delante de mí, no puedo seguirte. No camines detrás, no puedo ser tú guía, camina a mi lado y seré tú amigo.”

SARAWASTÍ