www.milcaminos.com

     
 

 

DESCUBRE A LOS ÁNGELES

Hace algunos años ya, escuché por primera vez a una persona hablar  sobre los Ángeles. Recuerdo que en aquella ocasión y por vez primera, algo en mí reaccionó internamente. Esto, provocó una respuesta en alguna parte de mi ser. A lo largo de mi vida nunca me había cuestionado la existencia de estos Seres alados.

La vinculación que tenían con la religión jugó un papel importante para que fueran para mi como algo inalcanzable, intangible, e incompatibles con la vida ordinaria, cotidiana y vulgar de las personas.

Aquél sentir cambió bruscamente de la noche a la mañana. No fue algo progresivo, sino radical. Cómo si la vida me metiera prisa para saber, experimentar, conocer... lo que anteriormente ignoraba.

Y aquí estoy ahora, impartiendo talleres en los que dar a conocer la existencia de unas Entidades Universales. Con inteligencia propia, con cuerpo de luz, y sentimientos de amor incondicional hacia los seres humanos. Seres invisibles al ojo humano, -pero reales-, a los que se les puede percibir con algo de sensibilidad.

Estas Entidades de luz han estado presentes a lo largo de la historia de la humanidad. Tanto en las diferentes religiones como en la pintura, la literatura, escultura, etc. Como en las escrituras sagradas, desde las más antiguas a las más recientes.

Son llamados “Ángeles”, palabra que significa “mensajero”. Aunque, en otras culturas su nombre sea diferente, la esencia de estos seres luminosos es la misma:

Son energías de la Deidad. Aceptables por cualquier ideología, ya que pertenecen a todos los seres humanos y por ellos y para ellos existen.

Últimamente parecen estar de moda. Se ven en las tiendas de regalos, en las boutiques esotéricas, en postales... Se venden libros, músicas y hasta pueden admirarse en museos especialmente diseñados para ellos. Además de toda una diversidad de cursos y talleres, algunos de éstos a un precio considerable.

Seguramente alguien pensará ¿y dónde han estado todo el tiempo? ¿por qué en el pasado han permanecido ignorados para la mayoría de las personas, y ahora este protagonismo?... también yo me he planteado estas preguntas y la respuesta llegó en su momento: “Es así, porque es el tiempo”. El tiempo de saber que no estamos solos, que tenemos y siempre hemos tenido un guía y protector. Que aunque siempre ha estado ahí, no ha interferido en nuestras experiencias ni decisiones. Permitiéndonos utilizar el libre albedrío a voluntad. Consolando con su energía amorosa nuestro desconsuelo. Alentando la actitud positiva y altruista. Preservando de peligros cuando llega la ocasión. Actuando directamente, si es necesario y la Ley Universal lo permite. Y sobre todo, hacernos llegar el mensaje de quienes somos en realidad. Cuando internamente conozcamos, seremos libres, responsables y felices.

Sabemos muy poco sobre los ángeles. La información que nos llega es poca y distorsionada la mayoría de las veces por ideologías religiosas.

A nuestros ángeles hay que sentirlos, pues sólo así podremos conocerlos y saber de quienes estamos hablando. En el Universo existen infinidad de planos de existencia, y en cada uno de ellos vida. Los seres angélicos, o seres de luz, viven su existencia en un plano más sutil de energía que el nuestro. Un mundo con una vibración más elevada, lleno de luz y amor. Desde su plano, interactúan con los seres humanos, ayudándonos a caminar por la vida, a guiar nuestros sentimientos hacia el amor, orientándonos al comportamiento honesto y bueno. De esta forma contribuyen a favor del Plan Cósmico, basado en la Unificación de todos los seres.

Su “trabajo” con nosotros es utilizado tanto para nuestra evolución interior, como para la de Ellos. Cada criatura que existe en el universo tiene su propio camino evolutivo, siempre creciente. Los ángeles aprenden de nosotros, igual que nosotros de ellos, la diferencia de este aprendizaje es el diferente grado de conciencia entre Ellos y nosotros. La conciencia angélica es muy superior a la nuestra. Pero eso no quiere decir que no podamos ir adquiriendo mayor nivel cada día. Y de eso se trata, de adquirirla por propia iniciativa y voluntad, conectando con nuestra energía protectora, con nuestro guía de luz  o lo que es lo mismo, con nuestro Ángel de la Guarda. Él nos ayudará a crecer, ampliando nuestra conciencia.

Yo siento a mi ángel como un querido amigo. Amoroso, juguetón, divertido y a veces, como un serio, pero cariñoso instructor y maestro.

La vida cotidiana cambia cuando abrimos la puerta de nuestro corazón a nuestro ángel, ya no volveremos a encontrarnos nunca solos. Cuando necesitemos un consejo, lo recibiremos, siempre que estemos dispuestos a escucharlo. Aprenderemos a vivir plenamente, a ser responsables de nuestros actos y pensamientos, a ser libres para elegir nuestra vida, y sobre todo a ser más felices.

Ahora que ya sabéis algo más sobre los ángeles, no encasillarlos en una ideología o creencia religiosa, son universales, pertenecen a todos, y cada uno de nosotros tiene Uno asignado como guía desde su nacimiento, acompañándonos más allá de la muerte física.

Todo este texto, no deja de ser una crónica, un relato de mi visión, una opinión personal, una experiencia íntima... pero no es válida para nadie porque es sólo mía. Si deseáis comprobar en que medida se encuentra la verdad en este escrito, “abrir la puerta de vuestro corazón a vuestro ángel y dejarle que se instale dentro de él”.

 

Con mis mejores deseos. 

Gloria Alonso
Talleres de conocimiento interno:  “Los Ángeles y nosotros”  (Gratuitos)