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DESPERTAR Y ELEVAR NUESTRA CONCIENCIA

Ya no nos cabe ninguna duda sobre la alarmante situación de gravedad a nivel mundial en la que vivimos actualmente. Cada día, se pone más y más de manifiesto la poca efectividad de las instituciones, los gobiernos y demás métodos tradicionales de la sociedad, para solucionar la crisis colectiva ya de proporciones globales. A ese respecto, ni la destrucción del medio ambiente "al por mayor", ni la guerra internacional, son la verdadera esencia de la crisis actual. Ni los partidos políticos ni las políticas sociales, han llegado a la raíz del sufrimiento humano. Ni las guerras, ni la corrupción son el último fallo en el fracaso por la paz mundial.

Sin embargo, todas estas situaciones de la edad moderna son síntomas de un problema central, que esta mucho más allá del alcance de los gobernantes de poder remediarlo. Nuestro mayor obstáculo social, a nivel mundial, para realizarnos como especie, tiene su raíz principal en la intencionalidad errónea de la conciencia, por tanto, la situación actual no proviene de un inadecuado procedimiento, sino de un profundo déficit espiritual.

Hace ya miles de años que comenzamos a convencernos de manera colectiva que el propósito de la vida era la acumulación de posesiones materiales más allá de toda necesidad. Surge el materialismo por las equivocadas formas de pensar, y comenzamos a temer la verdad y a temer nuestra propia naturaleza como seres espirituales.

Dimos la espalda a nuestro ser espiritual y comenzamos a desvalorizar la naturaleza, y a lo que llamamos Dios, el Ser, como fuente espiritual. Así que comenzamos a creer que tan solo aquello que es percibido directamente por nuestros sentidos, tiene algún valor para la vida. Es este déficit espiritual, él que nos deja vacíos de energía frente a los esfuerzos por la paz mundial. Este materialismo nos roba nuestra alegría natural, y hace que temamos su permanente sombra. Para dar un giro a esta tendencia de la sociedad actual, debemos responsabilizarnos y girar la cabeza al materialismo y a la sociedad que lo adhiere, para hacer realidad otra vez el propósito profundo de la vida y del vivir.

Este profundo propósito es la expansión de la conciencia. La Conciencia siempre ha dirigido el curso de la evolución hacia adelante, aun ahora, es el cimiento sobre el cual se asienta cada aliento, cada visión, cada acción que realizamos. Expandir la conciencia es, fundamentalmente, cambiar y mejorar cada uno de los actos en nuestra vida, y también, evolucionar intencionadamente como seres conscientes, tanto nosotros, seres humanos,  como nuestro planeta y todo aquello que vive en él.

No puede haber soluciones políticas. Los sistemas y leyes creados por los hombres, no son la esencia de la realidad, y por tanto, no pueden ser la fuente para renovar nuestro progreso hacía la paz y la prosperidad espiritual. No podemos, de forma realista, encontrar la paz y plenitud en medio de la locura generada por los políticos y gobiernos actuales de todo tipo.

La razón de todo ello es bien sencilla, ya que hay un orden mayor del inventado por los gobiernos y gobernantes, tanto políticos como religiosos. Este orden mas elevado es el de la propia Naturaleza, y sus edictos son los de la Ley Natural. Si aplicamos en nosotros ese orden mas elevado, completamente, sin permitir interferencias desde las leyes humanas inferiores, nos liberaremos y podremos ascender y evolucionar a voluntad. Pero para alcanzar este elevado nivel de iluminación, serán necesarios tanto el rechazo del “sistema” que nos condujo a  esta sociedad actual, como el no tener en cuenta sus mezquinas consideraciones. La moderna creencia en el Dios Dinero en lugar de Dios, debe de ser simplemente destronada, así como  los gobiernos y corporaciones que promueven tales conceptos “religiosos”. Para rechazar el materialismo es necesario progresar de forma significativa en el camino de la realización espiritual. Este hecho se convierte en un nuevo estilo de vida, no se queda simplemente en el intelectualismo.

Llevándolo a cabo, nos damos cuenta de que nuestra única y verdadera necesidad es satisfacer las intenciones tanto de nuestra alma como las de la Naturaleza.

El camino que nos lleva a una realización más elevada, no tiene fin, no hay tal cosa como la última iluminación; tan solo más y más elevados niveles de encarnación del espíritu. Uno de los principales obstáculos que nos encontramos a lo largo del Camino es creer en lo que no está de acuerdo  con la Ley Natural. En otras palabras, creer en lo que es falso, es seguramente el mayor impedimento junto con la apatía y la ignorancia. Para expandir la conciencia, lo mas importante es reevaluar todas las suposiciones sobre las que se asienta el mundo moderno. Entonces nos daremos cuenta de que durante siglos, la sociedad se ha dejado penetrar por las mentiras y los engaños. Estas mentiras son un obstáculo, no solo para elevar la luz en nosotros, sino también para conseguir la paz en el mundo. Cuantas más falsas creencias se vayan diluyendo en nuestra mente, más se expandirá nuestra conciencia, y cuanta más conciencia se expanda, más tendencia tendremos a cuestionar el "status quo" de forma más profunda, porque la claridad y el amor nos revelarán internamente lo que normalmente será aceptado como incuestionable.

Aquellos que ya han desafiado las falsedades, han salido victoriosos de la derrota de su ilusión personal. Son los que están preparados para cooperar con el espíritu de la buena voluntad, tanto para su crecimiento personal como para el desarrollo del planeta entero. En algunos “practicantes”, se ha desarrollado la practica de lo que naturalmente es verdad y, por lo tanto,  de cual es la intencionalidad más honesta. En este momento, ellos están ya preparados para realizar el poder de su conciencia, para manifestar un mundo nuevo. Tales personas entienden, en algunos niveles, que el intento es una fuerza de la conciencia, que es capaz no solamente de cambiarlo a uno mismo, sino también al entorno en el que vive. A medida que todos juntos combinemos nuestra fuerza interna del Intento para el beneficio y la mutua plenitud, nuestra voluntad espiritual comenzará a revertir las tendencias de la sociedad y del “sistema”. Tales efectos, se manifiestan inicialmente a nivel psíquico, y luego, a nivel físico o en las relaciones sociales.

Mediante la meditación, se hacen perceptibles los cambios en el "intento y en la vibración del mundo" (Conciencia Universal), haciéndolo, los meditadores del mundo actúan como purificadores tanto psíquicos como sociales del miedo y la discordia internacionales. La crisis mundial tan solo puede ser dirigida de forma efectiva a ese nivel de acción doméstica e internacional. La política y la reforma social no pueden, por si mismas, realizarlo de forma efectiva tirando dinero a los síntomas colectivos de enfermedad espiritual. Tan solo redirigiendo las raíces de la crisis moderna hacia la expansión de la conciencia tendremos una esperanza real de una mejoría duradera de la condición humana a nivel planetario. Esto es cierto porque ningún sistema o institución, sin importar lo noble que  hayan sido sus intenciones originales, puede proporcionar una paz tan duradera como la conciencia de aquellos que llevaron a cabo su escasa permanencia. El mantenerse en elevados estados de conciencia, de manera progresiva, permite convertir el sistema (sin importar lo corrupto que esté) en uno productivo y satisfactorio para el colectivo de la sociedad.

Permitámonos alejar nuestra atención de las corruptas celebraciones políticas, sistemas sociales y gobiernos, y dirigirla hacía la verdadera fuente de la gobernación que nunca nos llevará por el mal camino. Permitámonos retornar a la naturaleza y a sus Leyes Naturales, hacía el Ser, hacía Dios,  y el alma, para una educación real, aplicando la genuina sabiduría ancestral. Realizándolo, expandimos nuestra esencia detrás de cada acto, ya bien conocida por nuestra alma. Esta esencia es conciencia en si misma, compuesta de energía, conciencia tal como cualquier otra cosa en el Universo.

Hay varios enfoques que destacan de los demás, los cuales tienen propiedades para expandir la conciencia. Son los siguientes:

1. Energía (control y acumulación progresiva de la misma).

2. Vibración (amor incondicional, y acumulación progresiva de la misma).

3. Claridad (conciencia de la propia conciencia, y progresiva cristalización de la misma).

4. Expansión de la conciencia (con progresiva manifestación de cualquier de sus niveles).

5. Correcta acción (incrementando la voluntad espiritual y el amor universal).

6. Correcta alineación (la conexión con el Ser, con la Naturaleza, con el alma cada vez más profunda).

 

Rudrâni