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EN BUSCA DEL ÉXITO

Todas las personas deseamos obtener éxito de alguna manera o en determinado sentido pero el éxito no nos viene a todos por igual ni para las mismas cosas, los elementos básicos no son siempre iguales puesto que también se modifican según evolucionan.

Hace millones de años los más evolucionados o adelantados de la humanidad eran instruidos en lo que entonces era más importante para su desarrollo -ciencia, física, arte, etc.- estas enseñanzas han tenido su mayor éxito o florecimiento en nuestra civilización occidental. Antes de que ocurriera esto el ser humano -como espíritu- era libre y no estaba limitado por el tiempo y el espacio pero llegó el momento en que fuimos apresados en el cuerpo físico y nos convertimos en sus moradores, desde entonces hemos tenido que ingeniárnoslas para andar por el planeta de un sitio a otro sin apenas medios para ello.

Actualmente el hombre, aún atado a su cuerpo físico, está conquistando la libertad y somos capaces incluso de llegar a otros planetas. En las épocas pasadas muy lejanas había un estándar para el éxito y hoy hay otros nuevos. Es cierto que hoy hemos adelantado muchísimo en todos los sentidos pero también es cierto que para ello hemos sacrificado las condiciones ideales del pasado en la que la meta del artesano era crear poniendo algo de su propio ser hasta hacer una obra perfecta. Para estos artesanos antiguos no tenían importancia los honorarios, sólo querían hacer una obra perfecta, por eso su obra era admirada con justicia y eran imitados por otros aprendices.

Hoy nos hemos alejado mucho de ese interés creador y hay otros valores como es la eficacia acumulada. Hoy el ideal del hombre es egoísta, no se interesa por su trabajo sino por su sueldo, el pobre odia al rico y al contrario y ambos miran con desprecio al artista que hace su obra por amor y sin pensar en el dinero. De aquí podemos sacar la conclusión de que el significado del éxito actual no es satisfactorio, entonces nos debemos preguntar ¿Cómo podemos tener éxito constantemente? La respuesta podría ser: “Cuando encontremos el logro que buscamos interiormente y comencemos a vivirlo, habremos encontrado una nueva vida que será un éxito”. Cristo enseñó en líneas generales, el camino hacia la grandeza y el éxito cuando dijo Aquel que sea el más grande entre vosotros que sea el servidor de todos”, de esta forma cada uno de nosotros competiremos, pero en este caso, para servir en vez de para adquirir el éxito material o cierto renombre social, los que aspiramos a ser pioneros en el sendero del esoterismo espiritual debemos estar dispuestos para servir con humildad y sin buscar ese éxito material.

Todos sabemos que para especializarnos en alguna cosa debemos practicar y ensayar antes todo lo que podamos, por lo tanto, ¿Qué necesitamos para ello? Por supuesto que no necesitamos viajar lejos para adquirir esta especialidad de “servir a los demás”, es inútil buscar por ahí si no cumplimos con lo que nos rodea y que necesita de nuestra colaboración o auxilio. Todos tenemos muchas oportunidades para ayudar, apoyar o colaborar, no necesitamos nada más que pararnos a meditar en nuestra vida cotidiana y en nuestras obligaciones y responsabilidades.

Por esto, los que anhelamos el éxito interior no deberíamos perder el tiempo buscando el éxito material, donde estemos siempre tendremos oportunidad de dar ejemplo de humildad, tolerancia, comprensión y servicio desinteresado; si ayudamos a los demás, los demás ayudarán a otros y en otras cosas y condiciones, si valoramos y somos conscientes de la utilidad de nuestro cuerpo físico, de nuestros sentimientos y del gran beneficio de la mente, obtendremos las mejores herramientas como las del artesano del pasado para poner algo de nosotros mismos en cada cosa que hagamos.

El servicio es el mejor camino para el éxito, preocupémonos de perfeccionar nuestra mente, sentimientos y acciones para que puedan ser útiles a esos otros hermanos en espíritu del cuál pensamos que es inferior por su manera de pensar, actuar y sentir.

En esta vida cosechamos lo que sembramos, por lo tanto, prediquemos con el espíritu y dejemos a un lado lo personal porque lo personal se interesa por el éxito material y el espíritu se interesa por buscar el camino del Amor. No dejemos pasar un solo día sin haber hecho algo por alguien, así obtendremos el éxito que anhelamos. Basándonos en esto podemos decir que una vida de éxito es una vida de servicio hacia los demás y en la medida en que vivamos fieles a estos ideales mayor será el éxito que obtengamos.

Francisco Nieto Vidal