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ENTREVISTAMOS A... JAVIER SIERRA

En esta ocasión, me encuentro en la redacción de la Revista "Mas Allá", para realizar una entrevista a su director Javier Sierra, periodista, escritor y eterno buscador.             Para mí ha sido un placer hablar con él, por dos motivos principales: uno, por su gran amabilidad y simpatía,  otro, por todos sus conocimientos, que compartió conmigo y a la vez con todos vosotros a través de estas líneas.

Desde aquí, gracias Javier, eres una gran persona.

 

G.- Después de leer tu último libro "La Dama Azul",  yo quería preguntarte ¿qué te llevó a escribir sobre éste tema?.

J.- .- Bueno, la razón esta en cierta manera contada en éste libro. Fueron una serie de "acontecimientos" (entre comillas), que me ocurrieron investigando otra cosa que no tenía nada que ver, ni con monjas de clausura, ni bilocaciones, ni nada por el estilo. De hecho mi principal causa de investigación ha sido siempre los OVNIS. Y todo lo relacionado con fenómenos religiosos o cuestiones relacionadas con el cristianismo, aunque me interesaba, era algo secundario. Y hace algunos años en el invierno del 91,  publiqué un reportaje sobre teleportaciones,  gente que conduciendo por una carretera se metía en una niebla y aparecía kilómetros más allá, en otro lugar. Después de publicarse ese reportaje en el que citaba a una tal Mª Jesús de Agreda, que había tenido experiencias de estar en dos sitios a la vez, e incluso de haberse teleportado a América en más de quinientas ocasiones en el siglo XVI, me pasó algo muy curioso. Yo, de esta Mª Jesús de Ágreda no sabía nada. Había cogido la referencia de una revista mejicana, y no tenía ni idea de nada más sobre esta mujer. Al cabo de un mes de publicarse el artículo, me perdí en una nevada impresionante en la Sierra de Cameros (lo cuento al principio del libro, le pasa a uno de los protagonistas). Y acabé llegando a un pueblo que se llamaba Ágreda, yo claro, me sobresalté porque establecí la relación, me pregunté si tenía algo que ver aquella Mª Jesús de Ágreda que cité en el reportaje con ese pueblo que se llamaba Ágreda. Dentro del pueblo, fui a buscar al cura, no lo encontré, me fui a la iglesia, estaba cerrada, era un día entre semana con mucho frío, y cuando había decidido marcharme del pueblo porque no podía conseguir nada, cogí una carretera que no era la que debiera haber cogido y que llevaba a un convento, entonces ya me mosquee mucho más claro, bajé del coche, me fui al convento, allí había una estatua de una monja con una inscripción que decía a la Venerable Madre Ágreda, y cuando pregunté en la clausura a través del torno, las monjitas me dijeron que fue ella quién fundó el convento. Allí fue mi primer contacto con Mª Jesús de Ágreda. Las circunstancias que se produjeron, el modo al que llegué al lugar y lo que pasó en el convento, (porque allí tenían toda la documentación de las bilocaciones de esta mujer a América, incluso el cuerpo incorrupto),  y las cartas que se cruzó con el rey Felipe IV durante casi treinta años, me sobrecogieron. Quedé tan atrapado en la historia que comencé a investigar.

En cierta manera tengo la sensación íntima de que yo provoqué aquella circunstancia al citar a aquella mujer sin conocimiento de causa en aquel artículo. Tengo la impresión que me llamó y me dijo:  ¡Oye tú, vente para acá que te vas a enterar de lo que es bueno!. Y a partir de ahí ha empezado una investigación que no ha parado todavía. Porque las circunstancias "fortuitas" se fueron repitiendo durante meses. Esto ocurre en Abril de 1981, en Mayo de ese mismo año, tengo que viajar a EE.UU.. a Nuevo Méjico al lado de donde habían tenido lugar las apariciones de Mª J. de Ágreda, los indios la llamaban allí "La Dama Azul". Y tuve conocimiento de los lugares y comencé a investigar en América, algo que no se había hecho desde hace tres siglos. Viaje en dos ocasiones más para obtener más información, también a Roma para los datos del proceso de beatificación. Con todo aquello me planteé dos opciones, una: escribir un libro, un ensayo como otros libros míos, contando los datos de esta información. La segunda opción, mucho más difícil para mí, era crear un relato, una novela donde poder inyectar toda esta información, que incluso en un libro normal no hubiera podido contar, como sentimientos, sensaciones, cosas así, y poder transmitir más de esa historia a través del relato. Opté por esta segunda forma, aconsejado también por mi editor. Y la verdad es que estoy "atónito" con el resultado, porque casi nadie conocía a esta mujer y ahora gracias a esta fórmula mucha gente se ha acercado a esta figura.

G.- ¿Cuál es el trasfondo del libro, hay algo que particularmente quieras dar a entender?

J.- Sí, hay muchas cosas que quiero dar a enterder, por ejemplo una de las más importantes es que nada ocurre por casualidad, todo está en cierta manera previsto, otra cosa es que tú decidas seguir o no la corriente cuando tropiezas con algo que te empuja hacia tu destino o hacia lo que debes hacer. También en cierta manera muchos acontecimientos de la Historia de la Humanidad y de la personal de la gente están manejadas inteligentemente por "alguien" o por "álguienes". No quiero tampoco transmitir la idea de un Dios barbudo en un trono que es el que administra, esa certeza es íntima y personal y una de las cosas que también he querido transmitir.

G.- ¿Te ha sido fácil acceder a la información que necesitabas?

 

J.- He tenido mucha suerte, en el convento las monjitas me facilitaron acceso a mucha información, después fue mi voluntad seguir profundizando. Encontré personas que habían investigado desde un punto de vista histórico o religioso la figura de Mª J. de Ágreda, esto ya fue un proceso más lento; irse ganado la confianza de esta gente, que te prestaran su archivo etc., o incluso que te dieran pistas para continuar con la investigación en otro punto del planeta. Lo que sí he sentido en muchas ocasiones es la sensación de que me estaban ayudando, que me lo ponían fácil. Te voy a contar una anécdota que no la cuento en el libro, pero a mí me marcó mucho. En medio de la investigación de éste caso, yo tenía que ir a Soria, y justo el día antes de salir de viaje me llama Radio Nacional para hacerme una entrevista. Soy un poco obseso cuando viajo, cuando voy a investigar, cuando salgo de campaña como yo digo, no quiero saber nada, solo aquello que voy a hacer, pero atendí la llamada de la radio. Y la entrevista se trataba sobre Mª J. de Ágreda. Como coincidió que yo estaba en esa historia, me dije: bueno, ¿por qué no? será una señal. Y concedí la entrevista. Al lunes siguiente cuando volví a Madrid, me telefoneó un señor a la revista, era de Bilbao, dijo que me había escuchado a través de radio Nacional, y que él tenía unos papeles antiguos en su casa relacionados con esta monja y que le gustaría que yo viera. Cogí el coche inmediatamente y marché para Bilbao. Este señor me contó una historia increíble. Él era hijo de una persona que se dedicaba a comprar libros antiguos del siglo XV, XVI, XVll, y durante la guerra civil española, su familia había cogido toda su importante biblioteca y la escondió en un desván de una casona típica vasca . Esa casa la alquilaron durante la guerra, y los inquilinos ante la falta de combustible, decidieron quemar los libros para calentarse y cocinar. Solo se salvaron ocho libros, de los cientos que había. Estos ocho libros eran lo que llaman la edición Príncipe, titulados "Mística ciudad de Dios", que fue la obra mística que escribió la tal Mª J. de Ágreda. Unos libros del 1670. Pero eso no es lo más llamativo y por lo que me hizo viajar a Bilbao, lo más llamativo era que, en los libros antiguos la encuadernación dejaba hojas en blanco, sin imprimir. Pues bien, el propietario primero de aquella edición de 1670, había aprovechado para contar algo manuscrito allí mismo. Este propietario había sido un tal Fray Andrés de la Torre, que fue el último confesor que tuvo Mª J. de Ágreda. Cuando ella murió en 1665, cinco años antes de editarse éste libro, el fraile se dedicó a recoger en estos pliegos las confesiones de la monja, de sus viajes a América, proporcionando una información inédita que no se había visto nunca,  se había salvado milagrosamente, había llegado a manos de éste señor y éste señor que había escuchado mi intervención en el programa de radio decidió llamarme y  facilitarme esa información. Ese tipo de cosas ocurrió continuamente durante la elaboración del libro "La Dama Azul". Por eso sigo pensando que todo éste proceso de siete años de trabajo en esta obra fue algo muy mágico.

G.- ¿Cuantos libros tienes publicados?

J.- Cinco, El primero publicado en el 95 por Edaf. que se titula" Roswell secreto de estado", es un ensayo del caso del Ovni estrellado en N. Méjico en el año 47. El segundo y tercer libros son pequeñitos, los publicó El País y se titulan: ¿Qué se oculta tras los expedientes X.? y "Los días del Cosmos", que es un examen del fenómeno de los contactados. Luego "La España Extraña" con Jesús Callejo y éste "La Dama Azul".

G.- De los lugares que citas en "La España Extraña" ¿cual te ha impactado más?

J.- Es difícil, pero hay uno que a mí particularmente me ha impactado mucho, por algo que no cuento en el libro y es Montserrat.

G.- ¿ Te guardas lo mejor eh? 

J.- No, lo que pasa que hay cosas que no vienen a cuento contarlas. Me marcó mucho Montserrat, porque en el año 87 en Julio, fui allí a investigar a un personaje (que sí cuento en el libro) que se llama José Luís Grifól, que los días 11 de cada mes se reúne allí con gente para ver luces etc. Cuando yo me enteré, éste señor llevaba ya 10 años subiendo a la montaña cada mes a ver Ovnis. Me parecía increíble. Lo cierto es que éste señor atesoraba una colección de fotografías bastante sorprendente de aquellas jornadas que subía a la montaña. Decidí subir a investigar. Fui con otro compañero, éramos muy jóvenes, (ahora está publicando mucho es Manuel Carvallal). Subimos la noche del 24 de Julio. Serían las 12 h. y cuando estábamos grabando la entrevista apareció por encima de nosotros una cosa  muy grande y muy luminosa. Un objeto en forma de plato de color blanco con el centro verde y una especie de bolitas anaranjadas por detrás. Surgió de repente, hizo un semiarco y desapareció. A Manuel y a mí nos impacto porque no esperábamos ver nada. Hicimos nuestras averiguaciones los días siguientes para ver si aquello había podido ser un satélite, un meteorito etc. y nada, nada en absoluto. Tuve la sensación de que nos iluminó. Además las tres cámaras fotográficas que llevábamos, los tres carretes se velaron por completo. Es algo que ocurre normalmente cuando estás en las inmediaciones de un objeto no identificado, porque tienen una especie de campo magnético que borra los registros. Comprendí como en una situación así, tú no controlas nada, en esos momentos no sabes que hacer como reaccionar. También comprendí como a lo largo de los años en la investigación, hablando con gente que había visto Ovnis, me decían que no les importaba que  creyera o no su experiencia. Y luego la certeza absoluta a raíz de aquello, y de pequeñas cosas que sucedieron después, de que evidentemente hay gente ahí afuera. Que está aquí vigilándonos o ayudándonos, o fastidiándonos, que de todo habrá.

Si entonces ya había decidido dedicar mi vida a la investigación de éste tipo de cosas, pues tanto más a partir de aquello. Esta es una faceta de mi vida y quisiera puntualizar que hay otra muy distinta que se trata de la divulgación. Soy muy afortunado por trabajar en aquello que me gusta, pero distingo mucho. Sigo haciendo mis investigaciones pero al margen de la revista. Tengo esa doble faceta, una de divulgación, mi trabajo público con la revista y otra muy distinta mi investigación personal. Curiosamente están muy relacionadas, pero sigo siendo un buscador, no tengo ninguna verdad absoluta, soy antidogmas,  y por lo tanto la revista también quiero que sea antidogmática, que ofrezca de todo, que sea un instrumento de búsqueda tal y como yo lo concibo. Búsqueda pública, luego está la particular.

G.- ¿Tu último viaje a Perú, ha sido para alguna investigación Ovni?

J.- Estoy recogiendo información, fui por primera vez en el año 84, volví hace meses a seguir investigando algunas cosas. Tengo varios proyectos abiertos. El primero es para la publicación de un número especial de la revista sobre los misterios de Perú, que saldrá aproximadamente en Navidades. Esa es la razón exterior, la interior es una investigación que estoy llevando a término sobre la tradición Andina. Unos conocimientos extraordinarios de estos pueblos que lo habitaron antes que los Incas, estos fueron la última expresión de la gente que vivió en esta zona. Es una de las regiones más altas del planeta, junto con el Tíbet, donde existe  vida humana. También me interesan mucho ciertos misterios de allí, como por ejemplo ¿qué movió a la gente de la costa para hacer esos dibujos sobre el suelo?, las famosas pistas de Nazca. Para mí, no es que sean pistas de Ovnis, sino gritos de atención de aquellas gentes a sus dioses, que un día descendieron de los cielos, los instruyeron, y les dieron la cultura. Nazca se llama allá," la Pampa Colorá", tiene 25 Km2. de extensión y es la mínima expresión de lo que hay allí.  La gente habla de Nazca, pero no sabe que alrededor, existen otros valles que están llenos de dibujos y que están pendientes de una exploración adecuada, éste es uno de los asuntos que quiero investigar en profundidad.

Luego hay muchas cosas relacionadas con la tradición Andina, una de ellas son las claves informáticas en lengua precolombina, tiene que ver con el Aimará, que es un idioma que se habla desde hace ocho mil años en torno al lago Titicaca. No es el mismo que el Quéchua, el idioma de los Incas. El Aimará es mucho más antiguo. Al ser analizado recientemente, se ha descubierto que la escritura es sintética, como artificial, y que es muy fácil convertir en estructura sintética del Aimará, en ceros y unos, en algoritmos informáticos, codificarlo y utilizarlo, por ejemplo traduciendo simultáneamente del español al japonés, convirtiendo antes el español al aimará. O del japonés al ruso, o del ruso al chino, en fin, es como una especie de lengua tecnológica.

La tradición andina dice que fueron los dioses los que entregaron la lengua a los pobladores del Titicaca. , con la orden expresa de que la conservaran intacta durante toda la Historia. Y eso han hecho, conserva sus bases filológicas íntegras, las mismas que hace ocho mil años. Ha habido varios personajes que se han interesado por esa lengua. Uno de ellos, un profesor de informática que se llama Iván Guzmán de Rojas, que vive en Bolivia. Ha trabajado y desarrollado un programa de traducción simultanea, que quizás veamos dentro de unos años en Internet, que sería una revolución tecnológica de primer orden, conllevaría una transformación a todos los niveles, porque suprimiría las barreras idiomáticas, que es lo que nos separa en muchos casos de otros pueblos.

Fui a Bolivia a recoger información sobre éste tema, en mi último viaje a Perú, y sigo en ello. De hecho grandes filólogos como Umberto Ecco autor del libro "El nombre de la rosa" cita ese descubrimiento en alguno de sus libros, pero sin entrar en profundidades, y eso es lo que yo quiero hacer.

G.- Machú Píchu, ¿es tan especial como dicen?

J.- Aunque parezca mentira hay muchos Machú Píchu, incluso por descubrir, en los Andes, es una cosa que hasta que no estás allí, no eres capaz de entender. Cómo junto con nuestra tecnología de satélites o de rastreo de la superficie terrestre, es posible que existan todavía reductos que no hayan sido descubiertos por el hombre y los hay, en Perú los hay. Se sabe, que enfrente de Machú Píchu hay una ciudadela que no es accesible, generalmente está cubierta de nubes, es muy difícil verla. Y, en caso de tratar de descender de la misma con helicóptero, que sería la única posibilidad un error de dos metros podría hacerlos despeñar. Es una fortaleza construida por los Incas en un lugar que muy pocos han podido visitar.

G.-¿ Hablas de la Ciudad Perdida de los Incas?

J.- Hay muchas de ellas, yo estoy convencido de que los nativos saben perfectamente como llegar y que siguen utilizándola para sus rituales mágicos. Evidentemente accederán, o nos cederán el acceso a esos lugares cuando ellos quieran, no cuando nosotros lo deseemos.

G.- De otro modo, el turismo lo llenaría todo enseguida.

J.- Con Machú Píchu, se están creando problemas debido a la presencia de turistas importantes. Quieren hacer un teleférico, destruyendo lo más importante del paisaje de la región, y no ponen un MC. Donald porque no les han dado la idea.

Cuando yo llegué a Egipto la primera vez, era un país de muy poco trasiego turístico, después de una serie de atentados, problemas en el Oriente Medio etc. En cambio, ahora que la cosa se ha suavizado, se ha dado paso a extremos como por ejemplo a que detrás del templo de Luxor, que para mí es uno de los lugares más sagrados del planeta, se haya construido un MC  Donald, justo allí, detrás de los Colosos.

G.- ¿ A qué has ido a Egipto, a investigar sobre lugares sagrados o por el tema Ovni?

 Si, ha habido muchos avistamientos Ovni por allí, desde la época de los faraones. Pero no ha sido ese el principal motivo, ha habido mucho más. Fui a Egipto por primera vez en el año 95 y creo que se me pegó algún tipo de virus extraño porque hasta el momento no he dejado de regresar. Han sido nueve viajes en cuatro años. Necesito estar en Egipto una o dos veces al año. Tengo la sensación de que éste lugar es la fuente del conocimiento, que desde allí despegó la especie humana. La cronología oficial, dice que las primeras dinastías surgen en torno al 3.500 a.C. pero por indicios de las investigaciones que estoy haciendo ahora, creo que habría que retroceder al menos hasta el 8.000 a.C., lo cual situaría a la actual civilización egipcia como el punto de arranque de la moderna civilización humana, estas cosas me fascinan, pues quién descubre sus orígenes esta descubriendo su destino.

G.- ¿Crees que quizás debajo de las Pirámides haya algo que dé la clave de esta humanidad?

J.- Sobre las Pirámides hay una investigación desde hace muchos años, con mucha gente trabajando en ella. Las Pirámides de la Meseta de Gizeh, al lado del Cairo, parece que están reproduciendo una especie de patrón estelar, en un momento determinado de la historia. Y hoy se sabe, gracias a los ordenadores, que una fecha tan remota como el Equinoccio de primavera del 10.500 a.C., el cielo que había sobre la Meseta de Gizeh, tenía unas características muy especiales. Por ejemplo, el lugar del horizonte por donde se perdía el Nilo, era el lugar por donde emergía la Vía Láctea. Para los antiguos egipcios, la Vía Láctea era el Nilo de los Dioses. En ese mismo año, las tres Pirámides de la Meseta, coincidían con la posición de las tres estrellas que atraviesan la constelación de Orión. La esfinge mira hacia el Este, el mismo lugar por donde emergía la constelación de Leo, la Esfinge es un león con cabeza humana. Quién construyera las Pirámides y la Esfinge quiso marcar una fecha determinada, que coincide según la Mitología egipcia con lo que los antiguos egipcios llamaban "Primer Tiempo", que era el momento en el que los seguidores de Horus (una especie de seres semi-divinos, semi-humanos) llegaron a la tierra del Nilo y comenzaron a construir la civilización. Pero quien fuera el que las construyó, debió tener un dominio casi divino sobre Geología, porque el Nilo coincide también con la Vía Láctea, es como si hubieran podido desviar el río. De hecho han aparecido fotografías satélite que así lo demuestran. El curso del Nilo no ha sido siempre el mismo. Desviar un río que es casi como un pequeño mar, es una proeza que nosotros no podemos ni soñar.

G.- ¿Que opinas de la época actual, de la llamada Nueva Era?

J.- Creo que es una época de transformaciones radicales, y creo que somos muy afortunados de estar presenciándola. Probablemente en muy pocos momentos de la historia se ha producido una evolución tan vertiginosa a todos los niveles. Tanto a nivel tecnológico, como de mentalidad. Hoy tendemos hacia la globalización del planeta. Eso es una realidad cada día más tangible y se está produciendo un cambio progresivo, en el sentido de que ya, mucha gente está pensando en la Tierra como su "hogar" y que ellos son habitantes del planeta. Estoy convencido de que en el momento que esa conciencia sea generalizada seremos capaces de ver más allá, cambiar nuestra manera de ver las cosas y entonces será cuando nos daremos cuenta de que sí, nosotros vivimos aquí en la Tierra, pero hay otro lugar al lado que se llama planeta X. Que hay otros vecinos, y más allá otros señores que nos pueden mandar su información, con los que podemos hablar. Y nos daremos cuenta de en qué clase de "reloj cósmico" habitamos. Es de un mecanismo de precisión asombroso.

Javier Sierra.

(Entrevistado por Gloria Alonso)