TOMAR DECISIONES

En el transcurrir de la vida se dan muchas ocasiones en las que la decisión personal es muy importante para el futuro.

Cuando estamos ante esas encrucijadas, no sabemos bien a qué carta quedarnos. Existe un tira y afloja, un anverso y un reverso de la misma moneda; resultando a veces difícil, casi imposible saber que decisión tomar que sea la más acertada.

Cuanto mayor es la preocupación sobre el tema en cuestión, mayor es el embotamiento mental. Generalmente pensamos: o muy poco (actuando por impulsos emocionales) o demasiado (actuando egoístamente y por conveniencia). Ante estas situaciones es necesaria la calma emocional, física y mental para poder sacar a la luz la decisión adecuada. Cuando esto sucede, resulta conveniente e incluso necesario analizar desde afuera si es correcta o no, para poder ver, desvinculándonos del asunto, el posible resultado de la acción.

Se trata de que, con nuestros actos, jamás provoquemos un daño añadido a nadie.

Hay situaciones límite en las que las personas involucradas sufren. Eso a veces, es algo que no se puede evitar, quizás exista en ello un gran aprendizaje para los sujetos en cuestión... pero dejando a un lado este razonamiento imposible de saber con certeza, hemos de procurar evitar en lo posible causar más sufrimiento del circunstancial.

Vuelvo a insistir por lo tanto en la necesidad de mirar hacia dentro de uno mismo, hacia el silencio interior que es todo calma y todo luz, con paciencia y constancia se consigue, yo os lo garantizo.

Que la Vida Una, os otorgue la calma necesaria para poder afrontar cada situación o vivencia con paz y humildad, y que vuestras decisiones sean por el bien de todo y de todos.

Con amor., 


Miguel.