www.milcaminos.com

     
 

 

MIEDO ES IGNORANCIA

Muchas veces me pregunto, ¿por qué las personas somos tan complejas?, ¿ Por qué si tratan de ayudarnos desinteresadamente, si nos dedican gran parte de su tiempo con gusto, si no nos piden nada a cambio, por qué desconfiamos?, ¿ Por qué juzgamos precipitadamente sin tener suficientes datos?, ¿ Por qué nos atrae más un comentario malicioso que uno bondadoso?, ¿ Por qué creemos estar de vuelta de todo?, y sobre todo ¿ por qué generalizamos?.

Nadie absolutamente nadie es igual a otro, tanto física como psíquicamente somos distintos. No sentimos igual, no pensamos igual, nuestra capacidad interna no es igual. Ni mejores ni peores, diferentes. Y eso es algo maravilloso, pues desde mi punto de vista, cada criatura de éste planeta puede aportar a otra lo que tenga más notable, y de esta forma evolucionan las dos. Crecen como seres individuales y como seres complementarios, ayudando a la evolución de la especie humana compartiendo conocimientos entre sí.

Entonces surge el problema, mejor dicho, yo veo dos problemas. Uno: que generalmente no queremos compartir, ni nuestras cosas materiales, ni nuestros conocimientos, ni nuestro tiempo, ni nuestro amor para con los demás. Dos: que tampoco nos gusta que nos den, que nos regalen, que nos hagan caso, que nos amen sin condiciones, a pesar de que internamente todos lo deseamos.

Pero existe el factor desconfianza. Y ¿por qué hay desconfianza? - porque hay ignorancia. Cuando algo se ignora generalmente desconfías de ello e instintivamente lo tememos.

Para salvaguardarnos, decidimos que nada nos perturbe, que nada cambie nuestras vidas, aunque sean tediosas y no nos aporten aliciente alguno, antes que optar por ser decididos y conocer para opinar libremente lo que queremos hacer o tener. Una vez que conocemos, ya no tememos, sabemos lo que hay, y si no nos sirve dejémoslo a un lado, pero sin despreciarlo pues a otros sí les puede servir.

Podréis pensar que hay muchos farsantes, que existe mucho engaño por dinero, muchos fanáticos etc. Pero yo creo ante todo esto, que ya no somos niños, ni adolescentes sin experiencia, presa fácil para estas personas. Como adultos, tenemos la suficiente capacidad como para saber si nos están dando "gato por liebre" o si nos quieren "vender la moto", digo esto coloquialmente y para que nos entendamos, (aunque no es mi estilo.)

Es posible que alguna vez nos hayan engañado, pero el engaño a sido solo nuestro. Me explico, es nuestra responsabilidad, deberíamos haber tenido la percepción más despierta, deberíamos haber escuchado a nuestro guía interior antes que a la emotividad de la personalidad, que a veces, tantas veces nos equivoca dejándonos llevar por las apariencias, sin profundizar, sin conocer lo suficiente. Y luego, claro, surge el engaño, llega la frustración, el sentimiento de ridículo y de culpa.

Todo eso lo podríamos evitar si no nos precipitásemos tanto en nuestras valoraciones, si nos tomásemos la molestia de conocer de primera mano, no por habladurías, teniendo el valor para hacerlo, y de esta forma vencer el miedo que da la ignorancia.

Cuando oigo críticas a mi alrededor, siento como se forma una nube de ignorancia. Lo triste de esto es que cuando la nube descargue por exceso, esa lluvia será en forma de energía oscura, difamatoria, acusadora, burlesca. Esa lluvia cubre a quienes la quieren recibir y los empapa de recelos y miedos. Así, corren a cobijarse dentro de su caparazón, de su "jaula de oro", sin darse la oportunidad de conocer, de sentir, de saber que existe una vida más rica, con muchos más valores de los que conocemos y disfrutamos físicamente. Nos privamos de ese conocimiento por miedo.

Y yo me pregunto nuevamente, ¿si la gran mayoría de las personas no están conformes del transcurrir de sus vidas, por qué no intentan cambiarla?. Evidentemente no se puede tener todo, la comodidad y seguridad de lo conocido, pero aburrido, junto al acceso a otras realidades maravillosas sin hacer el menor esfuerzo por nuestra parte. No, las cosas requieren un mínimo interés y dedicación para lograrlas, a nuestras casas no llegan solas. Tenemos que ir en su busca. Quizás enfrentándonos a las críticas de los más comodones, quizás a los consejos "bienintencionados" de familiares y amigos que nos avisan para que no nos "laven el cerebro".

!Pero ¡vamos a ver!, nadie conoce el interior de otro por muy unidos que estén. No conocen sus inquietudes, no saben de sus anhelos, de sus necesidades como seres espirituales. Por lo tanto, repito, esas personas que se dejan convencer por otros, que con toda seguridad los quieren pero que ese mismo amor posesivo no les deja ser libres para conocer y decidir por sí solos, deberían pensar con razonamiento y lógica que, hoy en día a nadie se le retiene en contra de su voluntad. Las tan criticadas sectas (no es que las defienda) tienen entre sus acólitos personas suficientemente lúcidas para decidir estar dentro o no, si lo están, es porque por algún motivo desean hacerlo. Que sea bueno o malo para ellas, solo el tiempo lo dirá, en cualquier caso siempre será un aprendizaje, su aprendizaje.

Con todos estos pensamientos filosóficos pasados al papel, quisiera deciros: que no os dejéis manejar como marionetas, que hagáis oídos sordos a las críticas malévolas, que experimentéis por vosotros mismos, que decidáis libremente como queréis que sea vuestra vida. Existen en el mundo muchísimas personas de buena fe, dispuestas a compartir conocimientos, cariño, amistad. Y si aún tenéis dudas probadlo, buscar sin miedo, posiblemente os llevéis una sorpresa al comprobar que hay gran cantidad de ellos y probablemente cerca de vosotros.

Gracias por leer estas líneas, en ellas va mi energía de amistad hacia todos vosotros.


Miguel.