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Tolerancia es amor

¿No es verdad que un padre o una madre acepta a su hijo tal cual es?... ¿No es verdad que un conflicto no existiría si alguna de las dos partes cediera en su empeño y arrogancia de llevar la razón?... ¿No es verdad que sólo habría belleza en el Universo si dejáramos de deformarlo a través de actos, palabras, pensamientos y sentimientos negativos?...

Tolerar es amar, porque amar es respetar. Respetar la Vida, respetar las ideas, respetar las formas.

Practicar el respeto es fácil si tenemos en cuenta la Ley Universal del libre albedrío. Ateniéndonos a esa Ley, todo ser viviente tiene derecho a su libertad. Si amamos la Vida y lo que Ella implica, tendremos en cuenta a todo un vasto conjunto de formas animales, vegetales, minerales y humanas, considerando entonces, a cada ser como a una pequeña célula de un Gran Cuerpo Universal. Ese Cuerpo Universal o Manifestación de la Energía Creadora (Nuestro Padre Esencial) que formamos entre todos.

El gran respeto que nos merece Nuestro Padre podría invitarnos a esta reflexión: Si amo a mi Creador y lo respeto, tendré que amar y respetar necesariamente a las partes que lo forman y en las cuales me incluyo,¿o no?...

¿Qué me puede impedir demostrarlo?... posiblemente la personalidad egocéntrica. ¿Cómo podría cambiar?... pidiendo sinceramente más amor a mi Yo interior.

Todos tenemos una “fábrica de Amor” dentro de nosotros. Lo que ocurre es que no es visible, no contamina, no echa humo, ni crea beneficios económicos. Pero es una “fábrica” que nunca agota su “materia prima”. Produce y produce energía amorosa. Si nos concienciamos de su existencia estaremos salvando su producción, si la ignoramos o no creemos en “ella” su energía se echará a perder, pues el “almacén” interno se verá desbordado de ese Amor que no sale a la luz, volviéndose con el tiempo en energía gris, muerta e inservible. 

¡Mira hacia dentro y descubre tu “ fábrica de Amor”!, no lo dejes para otro día, hazlo ahora y descubrirás cómo de una manera natural, al ir sacando el mágico “genero” del “almacén interior” tu vida tendrá sentido, tu vida se transformará. Cambiando tus conceptos, tus pensamientos, tu energía vital. Cambiando así el rencor por amor, la intolerancia por respeto y comprensión, el ego por sencillez y humildad... ¡Créeme!, todo este milagro y más se produce con ese Amor que tienes dentro. 

Fraternalmente, Miguel.