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PENSAMIENTOS HECHOS
REALIDAD
Pasaron las vacaciones y con ellas el
calor, los días de descanso, los baños al sol, la montaña, las piscinas, las
imprescindibles canciones del verano etc., etc.
Todo tiene su encanto, ¡qué duda cabe!, a mí estos meses de inactividad me han
servido entre otras cosas para darme cuenta de algo importante: "de lo
afortunada que soy". Y al igual que yo, también lo son la gran mayoría de las
personas, siempre que sepan valorar lo que tienen.
Somos afortunados por vivir en un lugar del mundo sin guerra, por tener
alimentos en cantidad y calidad, por estar atendidos ( aún con listas de espera)
en nuestra salud, por disponer de unos derechos, por disfrutar de lugares y
paisajes maravillosos, por tantos caprichos que nos damos, por ser
libres...somos afortunados.
En estas cavilaciones me encontraba yo un día del mes de Julio, en una bonita y
soleada playa de nuestras costas. Observaba como la gente, de clase media la
mayoría, disfrutaba de sus merecidas vacaciones estivales como si fuesen las
últimas de su vida. Comer, beber, bañarse, comprar y tostarse al sol, es lo
obligado en esta época.
Mirando el ir y venir de los bañistas por el borde del mar, caminándose la playa
de un lado y de otro, mi mente hacía balance del curso anterior, de los meses
atrás, mi reflexión me llevó al convencimiento de que a los logros que se
alcanzan en esta vida les precede un intenso deseo de realización. Me explico:
dando marcha atrás en el tiempo, recuerdo que las ideas que en un momento
preciso de mi vida me han venido a la mente con insistencia, han tomado forma,
solo si les he prestado la necesaria atención.
Existe en el ser humano un "guía interior," una fuerza oculta que nos induce a
actuar de alguna manera. Mis experiencias respecto a esto han sido positivas
siempre que me he parado a escuchar. No obstante, el sentido común es
imprescindible en estos casos. Escuchar la guía interna es muy importante, así
como también lo es pensarlo detenidamente y una vez comprobado que la acción
(X), la que sea, no perjudica a nadie, llevarla a cabo poniéndose manos a la
obra.
Cuando la idea concebida es la correcta, el camino se allana, se hace fácil.
Personalmente pienso seguir con este método, pido consejo casi diariamente a mi
guía interior. Y he podido comprobar que sus ayudas no solo van dirigidas a mi
persona, sino a algunos más que forman parte de mi entorno.
Éste es el origen de las charlas de los jueves, y también el del curso de
autoayuda y visualización. Al realizar estas actividades nos hemos beneficiado
todos, tanto los asistentes como los contribuyentes y organizadores.
Mi camino para este trabajo ha sido fácil, un camino de rosas ya que en él he
contado con la inestimable ayuda de buenos amigos dispuestos a colaborar con su
saber, de buena gana y sin ningún tipo de interés. También he disfrutado del
cariño que me han dado las personas que asistieron a mi curso, de su amistad, de
todo lo que hemos compartido, ¡yo si que he aprendido de todos, mucho además!.
Y este fue mi balance mental en aquel soleado día playero. No es sencillo querer
expresar en palabras escritas sentimientos profundos, lo hago porque siento que
debo transmitir que ser consciente de tu vida es importante para ser más feliz,
hay infinidad de cosas agradables que nos rodean a diario y no lo apreciamos
siquiera porque estamos despistados mirando hacia otro lado, quizás hacia otra
vida que no es la nuestra, para descubrir algo que no tengamos y poder desearlo,
consiguiendo por tanto, infelicidad.
Así pues, me dispuse a pasar el resto del día, a saborear cada momento de
merecido descanso, llegando por último a la conclusión final: Seguiré buscando
mi felicidad por medio de la de los demás, compartiendo con ellos, alegrándome
la vida con su compañía y su cariño, dándoles todo lo mejor de mí, sirviéndome
de las ayudas que el Universo pone a "nuestro" alcance, en definitiva, buscando
ese "silencio interior" pues en él se escucha sin palabras.
Gloria Alonso.
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